El escritor explica que su nueva obra marca el fin de un ciclo iniciado hace 50 años
fuente: Diario La Estrella | 2008-12-18
Agencia Reforma
MADRID, España — La voluntad y la fortuna, el más reciente libro de Carlos Fuentes, representa un réquiem por la Ciudad de México y cierra el ciclo que inició hace 50 años con La región más transparente, explicó el autor en exclusiva para REFORMA.
Además, como todas las novelas que escribe, ésta la hizo "deseando el pasado al mismo tiempo que recuerda el futuro".
"Recordamos el futuro porque más vale ser precavidos. Pero siempre estamos anclados en el presente: todo ocurre ahora".
La poderosa voz del narrador de La voluntad..., su escritura por momentos barroca y casi delirante que sorprende al lector y lo atrapa, son para el autor parte de su esencia y del arte de la escritura.
"El viejo dicho latino dice: el estilo es el hombre. Yo soy barroco hasta cierto punto, porque en realidad ésta no es una novela complicada de lectura", aclara.
-¿Es La voluntad y la fortuna el cierre de un ciclo?
-Sí, cerraría el ciclo urbano de la Ciudad de México que traté con ironía en La región más transparente, con una distopía en Cristóbal Nonato y ahora como una amenaza prometedora. Un novelista urbano está muy asociado a su ciudad. Balzac es París; Dickens, Londres; Dos Passos, Manhattan; Galdós es Madrid. Esto viene de una decisión mía muy iniciática que fue la lectura, primero, de Al filo del agua, de Agustín Yáñez, y de Pedro Páramo.
Me dije: ¡caramba!, esto concluye el gran ciclo de la novela rural, de la Revolución, del campo en México. Y no es posible escribir una novela con esta temática superior a la de Juan Rulfo, para mí la mejor novela que se ha escrito en México.
Y me pregunté: ¿por qué no hay grandes novelas sobre la ciudad de México, donde aparece pero no es la protagonista? Yo lo que quería, teniendo muy en cuenta a Balzac, el Berlín Alexanderplatz de Döblin o Manhattan Transfer, que la ciudad fuera la protagonista de La región más transparente.
-Y ahora escribe usted una especie de réquiem por esa ciudad...
-Ha dado con la palabra clave: réquiem. Pero un réquiem es al mismo tiempo un reposo, un anuncio del fin y un anuncio del principio. Yo creo que la Ciudad de México está en ese filo de la navaja, de decir: aquí me muero o aquí renazco.
Es una ciudad que todos queremos que renazca, no que se despeñe totalmente en el horror del crimen, la asfixia, la mugre, la pobreza, todo lo que está rodeando como unas manos negras a la Ciudad de México.
En La voluntad... hay una constelación de personajes fantástica, brutal, entrañable, dibujada de una manera que resume en conjunto la condición humana. -¿Cuál es la condición de los dos personajes centrales: Josué y Jericó?
-Hay ahí un dios todopoderoso y en consecuencia cruel, que ha establecido que esos muchachos se criarán sin privilegios, no serán niños bien, y van a tener que luchar y definirse, crearse intelectual y políticamente, tendrán una cierta ayuda pero se deben valer por sí solos.
Entonces es la historia de dos jóvenes mexicanos y cómo escogen caminos para su desarrollo personal, para sus vidas, narrado por uno de ellos: Josué, y las relaciones que él tiene con quien va a resultar su hermano, Jericó. El punto de vista que prevalece es el de la primera persona narrativa: Josué, sus amores, sus desencantos, sus ilusiones y, como un reflejo de todo ello, su hermano Jericó, que está ausente, que es un hombre de misterio, que se va pero un día regresa y la hermandad de Cástor y Pólux se convierte en rivalidad de Caín y Abel.
Mención aparte merecen personajes como Lucha Zapata y Miguel Aparecido... Es muy linda Lucha Zapata. Es el demonio del narrador pero es su ángel también. Es el ángel que lo salva y hasta lo venga. Los personajes que quiero mucho en la novela son Lucha Zapata y Miguel Aparecido. Son los dos personajes con los que tengo cariño porque son el contrapunto, realmente, de una posibilidad más humana dentro de lo que son: Lucha Zapata es una chica muy enervada, drogadicta, alcohólica, pero con unas virtudes básicas de humanidad.
Miguel Aparecido está en la cárcel por propia voluntad, porque si sale de la cárcel, dice, va a cometer un crimen. Es un hombre que se niega a sí mismo la libertad.
Hay más personajes: el licenciado Antonio Sanginés, quien envía a los hermanos a su destino.
Es un personaje muy doble: sirve a Dios y al diablo, al gobierno y a la empresa. Su voz es manipular. Y aquí manipula a los dos muchachos hacia un destino que él sabe que el padre de los chicos quiere, pero que el propio Sanginés quiere influir o frustrar. Es un subordinado que se revela para demostrar su poder como sucede comúnmente. Como se le reveló Díaz Ordaz a López Mateos.
-Llegamos así a Max Monroy, el poderoso hombre de negocios, que guarda un parecido con el empresario Carlos Slim, pues ambos conducen sendas empresas de telecomunicaciones.
-Es lo más alejado que hay de Carlos Slim. Puede tener algo de J.P.Morgan o de uno de los grandes titanes de las finanzas del pasado. Pero de Carlos Slim, que es un ser humano muy agradable, no tiene nada. El poder de Max Monroy es novelístico, es una suma de poderes que yo le he dado y que creo que no existe en tanto suma de poderes, porque existen pero separados.
-La novela inicia con una advertencia: una cabeza cortada será la narradora. Esto refleja una situación real de violencia que tiene lugar en México y que permea toda la novela.
-Hay una visión gótica y tétrica. La piscina de la cárcel de San Juan de Aragón, por ejemplo, corresponde mucho a las cárceles mexicanas, que son lugares atroces, donde el crimen está instalado en todos los aspectos, como está instalado en todos los aspectos de la vida nacional.
Yo creo que aquí hay varias cosas importantes que hacer: una es un acuerdo en serio con los Estados Unidos. No es posible que el gobierno de ese país piense que el narcotráfico es un problema sólo de México; es un problema de los dos países y tendrá que resolverse por acuerdos bilaterales entre el presidente Calderón y el presidente Obama, quienes tienen que tomar ya esa decisión juntos. Y si es posible llegar a la despenalización de la droga, el panorama cambiaría completamente.
ASÍ LO DIJO
Es muy grave la situación en nuestro país y no sé cómo se puede limpiar el establo de Augías ni sé quién es el Hércules que lo va a hacer".
Carlos Fuentes, escritor
¿Hay esperanza en la Ciudad de México? En este libro quiero creerlo. El vuelo final del profeta Ezequiel con uno de los personajes centrales es también un vuelo de esperanza en el futuro de la ciudad".
Carlos Fuentes, escritor
